jueves, 29 de octubre de 2009

¿Shopping? en Kenia

Vuelve Carmina, por fin, para contarnos como siguieron sus aventuras en Kenia... y para darnos valiosos consejos... nos tenía en ascuas, al menos a mí.

Jambo (hola en swahili). Bueno, para los que no me recuerden, soy la chica a la que creían loca por irse a Kenia, la que se gastó una pasta en el “Decathlon” y que además se quedó con las maletas “espachurradas”.



Bien, una vez puestos en situación allá va mi segunda crónica viajera. En ésta hablaré de cómo ir de compras (si es que se le puede llamar así) por las ciudades keniatas. Y es que lo tienen todo estratégicamente montado. Digo esto porque si hacéis memoria, en mi anterior escrito os comenté que gran parte del día (toda la mañana) se pasa dentro del vehículo de la agencia ya que los traslados de un parque natural a otro son muy largos. Pues claro, a ver que persona humana aguanta 6 horas de viaje sin hacer ninguna parada para… ir al escusado. Os aseguro que ninguna, y menos aún después de probar su gastronomía, que recurre mucho al picante. Pues bien, cada hora, más o menos, nuestro guía hacia lo que él llamaba; “parada para baños”. Aunque yo sigo pensando que sería más acertado; “parada para sablazo”. Veremos después de contaros mi 1ª experiencia con las compras que opináis.





1ª Parada para baños (súper sablazo) Afueras de Nairobi. Pedro, el guía, para el motor del coche y nos dice que al final de esa tienda, está el baño. Que se puede entrar sin ninguna obligación de comprar nada. Y efectivamente, entrar sí, pero... ¿y salir? Ahí es cuando llega el acoso. Tú vas mirando todo lo que por allí hay y entonces notas detrás de ti como una presencia. Es el dependiente de la tienda que te va haciendo chantaje emocional. Te cuentan que los cuadros los hacen sus hijos de manera artesanal en el patio de atrás. Que él se encarga de esculpir las figuritas de ébano y mármol y que son pobres y lo necesitan. Y claro, una que no es de piedra, acaba cayendo y además si a esto le sumas que es lo primero que ves parecido a una tienda, la euforia de una adicta a las compras se dispara.
Bien, una vez dada la cabezada, llega uno de los peores momentos, el regateo. En este tipo de establecimientos ningún producto tiene precio. Ellos llevan una libreta donde escriben el precio que quieren que pagues y luego te la pasan para que escribas lo que tú pagarías. Y así puedes pasarte 20 minutos. ¡Es horrible! Y aun creyendo que has sacado la compra por muy buen precio te han “tangado” de igual forma. Por ello os recomendé llevar bolígrafos ya que a cambio de éstos te rebajan bastante el precio.

2ª Parada para baños (desencanto): alrededores de Aberdares. El guía vuelve a parar el vehículo y el sistema es el mismo. Para llegar al baño hay que travesar toda una tienda, y como no, luego salir. Pero esta parada te sirve para espabilar y la llamo la del “desencanto” porque descubres que; o los hijos del tendero anterior tienen una multinacional de cuadros artesanos o en todas las tiendas de este tipo hay los mismos productos. Y ya vas espabilando y consigues salir de allí comprando solo una pulserita o dos. (Vamos progresando).

3ª Parada y llegada al hotel (el paraíso de una compradora compulsiva) Por fin llegamos al hotel y después de realizar el safari fotográfico, de ducharnos y descansar un poco, decidimos dar una vuelta por el hotel antes de la hora de la cena. Y… ¡Sorpresa! Una tienda con precios fijos en los productos. Y además con la misma artesanía que habíamos visto antes. ¡Y con precios como en España, sin sablazos! (camiseta desde 15€, imanes 2€…). Allí si que disfruté.

Por eso os recomiendo que seáis fuertes a los chantajes emocionales y que reservéis vuestras compras para las tiendas de los hoteles. Donde podréis encontrar los mismos productos a precios asequibles.



Así como que no cambies muchos de vuestros dólares en chelines keniatas, ya que en estos establecimientos aceptan este tipo de moneda y luego los chelines que os sobren no los podréis cambiar. Utilizarlos para las propinas.


¡Ah! Casi se me olvida, los caramelos son para quitaros de encima a los niños Massai que cuando ven un coche lleno de blanquitos se vuelven locos pidiendo y echándose encima.






__________

carmitelleva

jueves, 22 de octubre de 2009

Benidorm para cincuentones

Fina nos hace sus recomendaciones para pasar un agradable fin de semana en Benidorm:




Lo primero antes de salir de casa: Buscar un Hotel de confianza, los de 3 estrellas están bien, pero hay que seleccionar porque sino te dan gato por liebre. Con relación calidad precio, que yo haya estado:
- El Hotel Pueblo, al lado del mercadillo, amplias instalaciones, buen bufett, las habitaciones y el baño no están reformadas, pero son amplias y ventiladas. Tienen piscina climatizada y estamos hablando de precios muy asequibles.
- El Poseidon Palace a mí me gusta más, es nuevo y muy céntrico, el problema es que está copado por los Touroperadores y es muy difícil la reserva, y más en un fin de semana.
- El Rosamar tiene muy buen nivel, por la noche tiene buen ambiente y marcha,(estamos hablando de la edad arriba mencionada), es un poco más caro.
No voy a incluir más hoteles por no extenderme pero siempre funciona mejor el boca-oreja de alguien que haya estado, que no será difícil.

Otro elemento básico a tener en cuenta antes de partir es la ropa habitual de Benidorm: por la mañana ellos de chándal y ellas arregladas,por la noche todos muy arreglados, he visto señoras vestidas para ir de boda, tampoco hay que pasarse. Si estas bien conservada para tu edad, en Benidorm te sube la autoestima, seguro.

Y una vez estamos allí...




Sábado: si llegas sobre las once de la mañana, un buen paseo por el puerto, el mirador, el centro del pueblo,a mi me gusta, lleno de tiendas y de gente, una cervecita en una terraza al mar, una maravilla, luego a comer (esta comida no está incluida en la pension completa del fin de semana). En el centro está lleno de tascas vascas, se come bien a un precio razonable. Después al Hotel, una buena siesta que a nuestra edad funciona muy bien. Una vez recompuestos al paseo, primero al de segunda línea de playa lleno de tiendas y de gente del mismo perfil que el nuestro, las tiendas son tipo chinos y similares pero en el centro hay tiendas de más nivel... De regreso por el paseo que da al mar (es ese que sale siempre en la tele lleno de gente y bañándose en Enero)



Paseando, paseando, cogidos de la mano ya es hora de cenar (que ya entra en el hotel) y luego al espectáculo, normalmente es algún cantante melódico o flamenco o vete a saber. Enseguida el baile si te gusta bailar, bailas y si no miras. Yo recomiendo mirar, impresionante. A dormir y fin del día.

Domingo:después del desayuno, que siempre se come de más en el bufet, al mercadillo,



A mi me gusta ir, es enorme, puedes encontrar de todo lo que hay en los mercadillos. Si no te gusta ir al mercadillo, os vais a dar otra vuelta, por allí esta el rincón de Loix que esta muy bien, siempre hay algo que ver. Y para rematar la mañana: una cervecita en la piscina del hotel divinamente, y a comer ¡los domingos hay paella o fideua!, un cafelito en los salones del Hotel o en primera línea de playa cara al mar en una terraza, a mí me gusta más la opción del mar, ves pasar a la gente hacia arriba y hacia abajo, así todo el día.
Te vas a tu casa después de haber pasado un buen fin de semana, con tu pareja y de buen rollo.


_________

finatelleva


jueves, 15 de octubre de 2009

Camino del Parador, Camino de los 30

Bien amigos de evatelleva, una vez más, mi ya marido y yo hemos emprendido la aventura de viajar.
Esta vez nuestro destino han sido Paradores de España. Parece que siempre se relaciona la estancia en Paradores con la edad, avanzada, de las personas y yo, como iba camino de los 30, decidí experimentar e ir camino del Parador. (El de Segovia y el de Oropesa, provincia de Toledo)



SEGOVIA OROPESA

Si a esto le añadimos nuestros últimos viajes, Nueva York y París, pues parece que nos decantamos por algo tranquilo, relajado y puramente gastronómico. El enfoque que voy a dar a este relato es muy simple, el de los pros y los contras, es decir, voy a dar una serie de razones (los llamaremos por qués) de por qué ir al parador o por qué no.

POR QUE SI

1. SI, Porque la media de edad en un parador oscila en torno a dos generaciones, de 50 a 60 años, y de o a 8 años, es decir, abuelos y niños en su mayoría, así que en la piscina, por ejemplo, tu, con tus cerca de treinta primaveras, eres la reina, la diosa, el súmmum de la estilización, una modelo, tu cuerpo y tu piel ganan a todas las demás.



2. SI, porque, en ausencia de museos, cafeterías, teatros, calles abarrotadas de gente, tiendas, etc, puedes dedicarte a esas aficiones para las que nunca tenemos tiempo en el día a día, como hacerte la manicura a todas horas, leer largo rato, observar a los demás, ver de todo en la tele, tratamientos de belleza y relax (El Spa del parador de La Granja es el súmum de la relajación, diseño, comodidad y elegancia), y cómo no, consumar la vida marital, (sorry, but it’s true).



3. SI, porque la comida no es basura, perdón, no es que no sea basura, sino que posiblemente es de la mejor calidad que te puedes encontrar por ahí. Nada que ver con los chinos, burguer, o sándwich, o el estilo Benidorm, aquí no hay buffet, sino que eliges a la carta, una carta variada y llena de suculentos platos. Los desayunos repletos de pijadas, todo de marca, no las voy a nombrar porque no nos pagan, pero para que os hagáis una idea, cereales, yogures, leche, galletas, repostería y bollería, todo de marca… o sea muy pijo. Fiambre ibéricos, fruta de toda clase fresca… lo pilláis no? Pues eso.



4. SI, porque el entorno en el que sitúan a los paradores no es comparable a otros hoteles. Castillos medievales, miradores en lo alto de la ciudad, palacios… Todo dentro del parador está ambientado en el estilo que representa, una estética muy personalizada, incluso en los uniformes del staff, la cuberteria, vajilla, cristaleria, ropa de cama, manteles…todo lleva el distintivo de Paradores, está hecho a propósito para ellos.




La gente es muy amable, prestan atención a cualquier nimiedad y nunca falta de nada. En mi caso, yo nunca había dormido en una cama perteneciente a un palacio, (las hay con dosel), ni me había asomado a la ventana del hotel y ver que estoy en un castillo, techos artesonados, balconadas, sillones del s. XVIII… esto no tiene precio, ni la master card…





Como podéis comprobar hay razones para pensar que vale la pena ir a un parador. Pero aquí viene la otra cara de la moneda. Os recuerdo que todo es bajo mi punto de vista, mi opinión personal respecto a mi experiencia. Lo que yo diga, aunque parezca mentira, no va a misa.

Aquí van los por qué NO.

1. NO, porque como bien he comentado, la media ronda los 60 años. En la piscina reina el silencio, nadie habla, ni fuerte ni flojo, se me ocurrió comentar algo con Hugo y me oyó toda la piscina. Además cuando pillas a una abuela con bastón delante de ti en la entrada al restaurante ya no llegas a tiempo, lo llevas claro…si encuentras mesa, gracias. Además esta gente no sabe divertirse, no tengo nada contra ellos, pero son aburridísimos, no beben alcohol, no paran de tomar pastillas a todas horas…. Un rollo patatero, resulta que sin darte cuenta eres la única que se ha emborrachado con el vino en el comedor, no mola.





2. NO, porque efectivamente dispones de mucho tiempo libre para hacer esas cosas que siempre quieres hacer, pero es que , coño! Tantas horas libres al final agobia! En la piscina siempre están los mismos, el libro no da mas de si, y las uñas me las habré pintado unas 20 veces, de 20 colores diferentes, así que donde estén Oxford Street, la puerta del sol o la quinta avenida que se quite lo demás.





3. NO porque la comida, efectivamente es de nivel, calidad, servicio y todo lo que quieras, pero la botella más barata de vino eran 15 pavos! Y el resto de la carta en consonancia, claro. Por no hablar de la abundancia y consistencia de la alimentación castellana( que fue nuestro caso). Con una comida de esas yo hubiera podido subsistir los 5 días. En Salamanca comí cochinillo unas 3 veces, me salía por las orejas.



Después llegamos a Oropesa ( provincia de Toledo, no Marina D’Or) y para ellos una ensalada ligera consiste en 2 hojas de lechuga y una “platerà” d’esgarraet con dos berenjenas de esas de bote. Otro primer plato bastante ligero según ellos, tomates rellenos de arroz y pimiento… como veis la dieta mediterránea brilla por su ausencia. En definitiva, ese tipo de comida la aprovechan y la degustan con satisfacción los muy comedores, no como yo, que me alimento a base de yogures de bífidus, barritas de all bran y nectarinas…



4. NO, porque en relación al entorno, es cierto que es encantador, un marco incomparable, camas con dosel, castillos, palacios y “xuminadas” varias, pero donde se ponga Oji en Londres, con sus 2 metros de habitación, que o entras la maleta o entras tu, con sus cortinitas floreadas que te marean que no veas, su sala de desayunos llena de fotos de Lady Di y la reina de Inglaterra, al lado Oxford Street, con sus tiendas, sus cervecerías, sus taxis, sus ingleses… Definitivamente, yo me quedo con… con lo que se tercie. Por lo pronto mi próximo destino: Nochevieja en Londres!!! Ya os contaré!




____________
elenatelleva

domingo, 11 de octubre de 2009

Sorolla en Valencia




Hasta el 10 de enero de 2010 volverá a estar en Valencia, en la sede de Bancaixa (Plaza Tetuán) la exposición de Sorolla que recoge algunas de las obras que el pintor hizo para la Hispanic Society.





Se pueden ver, entre otros, algunos de estos cuadros.
La entrada es gratuita. Se puede reservar por Internet. Esta es la página: http://obrasocial.bancaja.es/cultura/exposiciones/exposicionesficha.aspx?id=281
No suele ser fácil porque se acaban pronto las reservas, pero se puede acudir directamente, con el peligro de que haya un poco de cola, aunque no mucha (por ahora).




Si vais a estar en Valencia no os la perdáis. La otra opción sería ir a Manhattan a verlas en el lugar original para el que fueron concebidos los murales:





___________
evatelleva

jueves, 8 de octubre de 2009

Salamanca y Segovia

Noelia nos lleva de viaje a Segovia y Salamanca, una colaboración muy esperada.

SEGOVIA




Segovia es una ciudad para ver despacio, ya que tiene mucha riqueza artística. El Acueducto de Segovia está declarado Monumento Histórico Artístico, pero no es el único con este título, ya que posteriormente lo recibieron la Torre de San Esteban, el Monasterio del Parral, la Iglesia de Vera Cruz y el Alcazar, hasta que en 1985 la UNESCO declaró a Segovia, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
La Plaza del Acueducto es un núcleo de comercio y restauración, allí se encuentra el famoso Rte. Casa Cándido, famoso por su Cochinillo al Horno (exquisito….).





Enfrente mismo hay una Oficina de Recepción de Visitantes, en el que las personas que llegan a Segovia, pueden encontrar información. Desde allí mismo hay una ramificación de callejuelas estrechas, que son de lo más concurridas. Una de ellas es la Calle Real, que es la calle principal de Segovia, por ella subimos hasta la Plaza Mayor. De subida a la Plaza Mayor nos encontramos con la Plaza de Medina del Campo, que está toda llena de terracitas de los Rtes. y Bares, animadas por conciertos de Jazz o música popular. En la Calle Real, también nos encontramos con la Cárcel Real, hoy Biblioteca Pública, allí estuvo encarcelado Lope de Vega. Otra Calle que sale desde el Acueducto es Marqués del Arco, núcleo de comercio turístico (souvenirs, cerámica, cestería…)
Esta calle te conduce al Alcazar de Segovia. Hay un Bus Turístico, que sale desde el Centro de Recepción del Visitante, en el cual puedes disfrutar de una visita panorámica de la Ciudad. Os recomiendo el Hotel San Antonio del Real, ubicado en una parte del Monasterio del mismo nombre, se puede visitar, está a tan sólo 5 minutos del Acueducto. El Rte. del Hotel es una pasada, muy tranquilito y la comida buenísima.

LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO




A tan sólo 14 Km de Segovia, se encuentra un pueblecito encantador, muy turístico, llamado la Granja de San Ildefonso. Allí está el Real Palacio de la Granja de San Ildefonso, el cual mandó construir el Rey Felipe V (1º monarca de la dinastía de los Borbones). Sus Jardines son una analogía de los Jardines de Versalles, en ellos hay 26 Fuentes Monumentales. El Palacio y los Jardines se pueden visitar, nosotros sólo visitamos los Jardines ya que Claudia estaba un poquito nerviosa. En las casas que hay a un lado y a otro del Palacio vivían las personas encargadas de mantener el Palacio. Antes de entrar en la zona donde se encuentran las casas estas, en la parte izquierda, hay un Rte. que se llama La Chata, nombre por el cual era conocida la Reina Isabel, esposa de Felipe V, recomendamos sus Judiones de la Granja y el Bacalao con Tomate, los dueños eran muy agradables.




SALAMANCA

Salamanca, Ciudad Universitaria, es una ciudad que te cautiva, tiene mucha vida, se come muy bien, te invita a volver… La Plaza Mayor es impresionante, es el lugar de encuentro de todos los salmantinos, hay infinidad de terrazas de los Bares, que te invitan a sentarte y hacerte una caña bien fresquita con una tapita. Todas las Calles Comerciales desembocan en la Plaza Mayor. Hay un tren Turístico, que te hace una visita panorámica por toda la Ciudad, al mismo tiempo te van explicando lo que vas viendo. La Plaza Mayor, La Casa de las Conchas, la Catedral Nueva, La Catedral Vieja, Convento de las Dueñas, Convento de San Esteban, Palacio de Monterrey….



Nosotros tenemos que volver, ya que Claudia era muy pequeñita y solamente pudimos hacer una visita con el tren turístico, la Catedral (por turnos), encontrar la Rana en la fachada de la Universidad y patearnos infinidad de tiendas.


_________

noeliatelleva

jueves, 1 de octubre de 2009

Con la maleta hacia Kenia

Nueva colaboración de lujo: Carmina nos lleva a Kenia...



Recuerdo la reacción de la gente cuando, con una sonrisa en la cara, les decíamos que nos íbamos a Kenia. No se lo creían y siempre nos decían lo mismo: "¿Qué no hay más sitios?", "¡Estáis locos!". Pues no, no los hay y de locos nada.
Estamos encantados y ya nos gustaría poder repetir un viaje similar. Y por ello os voy a aconsejar sobre cómo hacer la maleta para este tipo de viajes. Independientemente de la fecha en que se vaya a realizar el viaje (aspecto muy importante a tener en cuenta por las lluvias y la migración de los animales), una cosa que no puede fallar son las maletas blandas. El motivo es que éstas pasan la mayor parte del tiempo en el maletero del vehículo,que al no ser muy espacioso, se intenta aprovechar al máximo. Y ya que estas maletas son más moldeables (según ellos) o “espachurrables” (bajo mi punto de vista), caben mejor en estos espacios.
Bueno, aclarado ya el primer punto pasaremos al que a mí, como buena “fashion victim” que se precie, era uno de los que más me preocupaba; EL VESTUARIO. Por eso lo primero que hice una vez confirmado el viaje fue informarme de que ropa seria la más adecuada para ir de safari. Y claro, ya os podéis imaginar: Sombrero de safari, pantalones de bolsillos laterales, camisetas de manga larga y colores muy claros, zapatos de montaña… En resumen, me gasté una pasta en el Decathlon. Y por ello os recomiendo que os informéis muy bien del tipo de safari que vais a realizar. Os cuento esto porque todo mi safari lo realicé en el vehículo de la agencia y la verdad es que dentro de éste no es necesaria dicha vestimenta. Y realmente con unos simples pantalones vaqueros y unas deportivas hubiera bastado. Ahora, eso sí, en las fotos queda genial.



Otro aspecto importante a tener en cuenta al hacer nuestra maleta es “el neceser” de aseo personal. Que nos engañen, éste no debe de ser muy diferente al que nos llevaríamos a cualquier otro viaje en cuanto se refiere a el gel de ducha y de más. Eso sí, en el incluiríamos un repelente de insectos de alta concentración (yo recomiendo RELEC), así como unas cremas solares de alta protección y un anti-diarreico (por si las moscas). Y muy importante será que no olvidemos el “MALARONE” (medicamento para la malaria), aunque es más recomendable llevarlo en el bolso de mano.
Ahora para acabar de llenar nuestra maleta como es debido, nos quedará tener en cuenta que ropa interior tenemos que llevar muchísima. Esto se debe a que aunque en los lodges tengan servicio de lavandería, no lo podremos utilizar puesto que cada noche la pasaremos en un lugar distinto. Además de unas buenas gafas de sol en nuestro bolso. También os recomiendo llevar los cargadores tanto de móvil como el de la cámara fotográfica siempre encima. Y es que con lo mucho que se utiliza ésta, nunca sabes cuando vas a necesitar recargarla.

En conclusión, no gastéis tanto dinero en el “decathlon” y pillaros una buena cámara con un buen objetivo porque al fin y al cabo es a lo que más provecho le vais a sacar. ¡Ah! Se me olvidaba, si podéis llevaros muchos bolígrafos y caramelos. El porque os lo contaré en la próxima entrega.





___________
carmitelleva