jueves, 18 de agosto de 2011

Un fin de semana en Cuenca




Por fin evatelleva se pone en marcha y nuestro primer destino familiar ha sido Cuenca, ciudad Patrimonio de la Humanidad.

¿Dónde alojarse?



Nosotros nos hospedamos en el Hotel Convento del Giraldo, a pocos metros de la Catedral. No es barato (nos costó 87 euros la noche con desayuno incluido con una oferta de booking.com, pero a parte nos cobraron la cuna, 16 euros por noche!!!). Las habitaciones eran muy confortables, eso sí, y bien decorado. El desayuno nada del otro mundo para ser un hotel de 4*.


¿Qué visitar?




- Lo más famoso de Cuenca son sus Casas Colgadas, de las que sólo quedan cuatro. Una de ellas ha sido reconvertida en el Museo de Arte Abstracto (precio de la entrada: 3 euros). Es interesante visitarlo por ver la casa por dentro, por las vistas al río y por alguna que otra obra atractiva.

- Enfrente de las Casas, cruzando el puente, está el Convento de San Pablo, hoy en día convertido en Parador de Turismo, se puede entrar y ver el Claustro. Además desde allí hay unas vistas muy bonitas de la ciudad.



- En el Casco Antiguo está la Catedral, se paga la entrada (3'60 euros) a no ser que entréis de buena mañana cuando hacen la misa. Ésta se encuentra en la Plaza Mayor, llena de bares y enmarcada al otro lado por el Ayuntamiento.

- Cerca de aquí se encuentra el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. Está más enfocado a los niños, pero nosotros disfrutamos subiendo a un simulador de terremotos, manejando un brazo espacial de esos que arreglan los satélites, levantando piedras en distintos planetas o comprobando como una pluma y un dado caen a la misma velociadad cuando hay vacio. La entrada : 1'20 euros.

- Arriba de todo están las ruinas del Castillo y varios miradores para contemplar las hoces de los ríos Júcar y Huécar. Allí mismo hay un párquing municipal gratuito, vale la pena dejar allí el coche y desplazarse en autobús. O caminando, aunque Cuenca está llena de cuestas, subidas y bajadas que acaban muchas veces en escaleras (quizás no sea la ciudad ideal para ir con un bebé y un carrito).


Y la semana qué viene os cuento dónde comer.


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