domingo, 15 de noviembre de 2009

Zanzíbar, el paraíso

Si echabáis de menos el África más turística, no os preocupéis porque Carmi ha vuelto, y esta vez nos lleva a Zanzíbar:


Este escrito va dirigido a aquellas personas que quieren realizar un viaje a un lugar virgen y paradisiaco y, bajo mi punto de vista, se equivocan eligiendo destinos como Puntacana o México. A ver, lo que tampoco quiero es desmerecer estos lugares, pero para mi son destinos para viajes de fin de carrera. Digo esto porque considero que a este tipo de sitios hay que ir con amigos y en grandes grupos para realmente disfrutar de ellos y no con tu pareja de Luna de Miel (aunque para gustos colores).

Y para convenceros de ello, o al menos haceros pensar acerca del tema, a continuación os contaré mis experiencias en territorio tanzano. Pepe (mi marido) y yo llegamos a Zanzíbar después de 8 días de intensos safaris por Kenia. Estábamos destrozados y muy cansados. Allí en el aeropuerto nos esperaba nuestro guía con un súper 4x4. Él sería el encargado de llevarnos hasta nuestro complejo hotelero, “La Gemma dell’Est”, situado al norte de la Isla. El viaje en el coche fue largo (casi 2 horas) pero os aseguro que valió la pena.
Nos dirigimos a la recepción del hotel para que nos explicaran un poco como funcionaba el tema allí; entrega de la llave, horarios de comida, instalaciones, régimen de todo incluido… Y después de la charla nos dirigimos a la habitación.



Era una pasada. Estaba cuidada al mínimo detalle, toda decorada con flores naturales y con unas cervecitas (1/2 litro) de bienvenida.
Por no mencionar la terraza individual y sus vistas a las aguas cristalinas.



Estábamos muy emocionados, solo hacíamos que dar grititos, aquello era precioso. Cuando ya nos pasó la euforia del momento nos arreglamos un poco y bajamos a cenar. Se nos caía la baba cada vez que admirábamos una nueva instalación. Era todo artesanal con techos puntiagudos hechos con hojas de palmera. Y después de la cena nos fuimos a dormir… con sorpresa.
Al estar en “honney mooney” cada noche nos preparaban una sorpresa en la habitación. Ésta había sido unos corazones hechos con flores encima de la cama y una cesta de frutas exóticas y pasteles de chocolate.




La mañana siguiente después de haber desayunado, teníamos una cita en recepción con un representante de la agencia. Allí coincidimos con dos parejas españolas. Desde ese momento ya no nos separemos. El agente nos explicó las diferentes excursiones que se podían realizar (nadar con delfines, centro de la cuidad, mercado…) y su carísimo precio. Y como solo íbamos a pasar 3 días más en la isla, todos decidimos que no haríamos ninguna excursión, que queríamos disfrutar de lo que nos ofrecía el hotel. Y así fue, nos pusimos el bañador y quedamos en vernos en la piscina en 10 minutos.



La verdad es que del resto de la mañana y parte de la tarde mis recuerdos son un poco borrosos. Creo que fue debido a que no nos movimos de la barra de la piscina en todo el día. Es lo que tiene el “all included”.

Por otra parte no puedo dejar de mencionar la hospitalidad y dedicación del personal del hotel. Y es que aunque nadie hablaba español hacían lo posible por entender nuestro “valencian-english” con expresiones tales como; Olivers (aceitunas), Pinchers gambers (pinchitos de gambas) y otras muchas más con las que me sonrojo solo con recordarlas.

Tampoco puedo terminar mi crónica viajera sin hacer mención de la limpieza y orden en estos complejos. Por las mañanas, las empleadas recogen todas las flores naturales para más tarde adornar las habitaciones con ellas. Incluso rehacían los caminos de piedras devolviendo al sendero las que se habían salido de éste.

Ahora eso sí, todo lo hacen con una calma increíble, o como ellos dicen “POLE, POLE” (poco a poco) Por todo esto Zanzíbar, es el paraíso que buscabas. Playas vírgenes, hoteles impecables, tranquilidad… En dos palabras; ¡¡IM-PRESIONANTE!!




__________

carmitelleva

1 comentario:

Anónimo dijo...

Molt xuli l'explicació i les fotos, m'ha encantat!!! Leti