martes, 14 de octubre de 2008

Sintra

Sintra es considerada la villa más hermosa de Portugal, y, doy fe de ello...
Os aseguro que es un lugar privilegiado, donde se mezcla la belleza de la naturaleza rodeada de palacios, conventos y casas aristocráticas que crean un entorno de ensueño mágico y muy romántico; durante mis días allí parecía que nada malo nos pudiese ocurrir. Por cierto, en 1995 la UNESCO declaró Sintra patrimonio de la Humanidad, así que te recomiendo que amortices el cachito que te pertenece cuanto antes.

Sus fabulosos y coquetos jardines te invitan a aparcar el coche en el centro y a dejarse llevar por sus laberintos, pero toda Sintra es un lujo para tus 5 sentidos.


Lo que se conoce como Sintra es realmente la unión de 3 pueblos pegados entre ellos: Sintra-Villa, Estefanía y San Pedro de Sintra aunque cuando caminas por ellos no podrías adivinar donde empieza uno donde y termina el otro. Os recomiendo recorrerlos a pie no sólo para ver, también para poder oler y sentir todos sus rincones


Un agradable paseo hasta el Palacio de Seteais

Empezaremos la excursión desde Sintra-Villa, concretamente en Plaza de la República donde es imprescindible la visita al Palacio Nacional. Callejeando por la pequeña población surgirán muy agradables sorpresas. Luego la excursión continúa por el Castelo Dos Mouros, el Parque y Palacio Da Pena, hasta llegar a Seteais. Por supuesto se puede hacer en coche pero yo creo que es muchísimo más agradable hacerlo a pie. Se debe tomar la CalÇada dos Clerigos y dejara a tu izquierda la Iglesia Santa Maria, para dirigirnos al Castelo Dos Mouros. Nada supera las privilegiadas vistas y hermosos edificios de cuento de hadas. Podremos acceder al laberíntico y fascinante Parque Da Pena con 2000 especies vegetales y un rosario de fuentes, ruinas con encanto.




Tras un paseo de 20 minutos se encuentra el Palacio da Pena que fue construido en el siglo XIX como casa de verano de la familia real de entonces. Es una be-lle-za, con una increíble mezcla de colores y de estilos tanto por fuera como por dentro. Los muebles de los suntuosos salones parecían que se acababan de usar el día anterior. Es posible bajar a pie desde Da Pena, por un sendero hasta el Palacio de Seteais. Me daba la impresión que en cualquier momento aparecería Cenicienta a lomos de su caballo guiado por su príncipe azul...una pasada!





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lauratelleva

1 comentario:

agualimon dijo...

además, en determinados puntos del recorrido había alguna señora cantando fados típicos de la zona y eso lo hace todavía más encantador...tenéis que ir!!